Los premios siempre son un revulsivo para el ánimo y, en ocasiones, también para las ventas. Nadie puede negar que son un buen escaparate para que más gente se fije en ellos o para dar garantías a algunos compradores que prefieren decantarse por vinos que hayan sido reconocidos con alguna distinción.

Y nosotros no íbamos a negar a nuestros vinos la oportunidad de demostrar de lo que son capaces en los distintos certámenes nacionales e internacionales. Y la recompensa se ha materializado en 2016 con la consecución de 16 medallas :)

Estos son los vinos que más han brillado en 2016.

PASIÓN DE BOBAL TINTO – 3 medallas

• Medalla de Oro en los Premios Mundus Vini (añada 2014)

• Medalla de Plata en los Premios Mundus Vini (añada 2013)

• Medalla de Plata en los Premios International Wine and Spirit Competition (IWSC)

Pasión de Bobal tinto es un vino elaborado únicamente con uva Bobal procedente de viñedos viejos de más de 60 años situados en Camporrobles, a 920 metros de altitud sobre el nivel del mar. Estos dos datos son muy importantes, ya que la edad de las vides y la altitud, unido a nuestro tipo de trabajo en el viñedo, propician que tengamos una Bobal muy singular, de grano pequeño y una altísima calidad. Con ella, y el toque de nuestros enólogos en bodega, hacemos realidad Pasión de Bobal, un vino que año tras año sigue conquistando paladares.

EQUILIBRIO 9 – 3 medallas

• Medalla de Oro en los Premios MonoVino

• Medalla de Plata en los Premios Mundus Vini

• Medalla de Plata en el Concurso Mundial de Bruselas

Para poder crear Equilibrio 9 tuvimos que irnos hasta Jumilla. Así es, hasta allí que nos fuimos hace unos años para adquirir viñedos de Monastrell, otra de las uvas autóctonas del Mediterráneo que tanto nos gustan y con la que queríamos trabajar. Junto a los viñedos, viejos y de pie franco, tenemos la bodega, donde convertimos la uva en vino y tras un proceso de maceración y fermentación lo dejamos descansar durante 9 meses en barricas de segundo llenado, 60% de roble francés y 40% de roble americano, para una crianza mixta. En Equilibrio 9, y también en Equilibrio 4 del que te hablamos ahora mismo, puedes encontrar la Monastrell en esencia. Una uva con mucha garra que requiere de barrica o de otros varietales para ser domada.

EQUILIBRIO 4 – 2  medallas

• Medalla de Oro en los Premios MonoVino

• Medalla de Plata en los Premios Mundus Vini

Equilibrio 4 es otro de nuestros monovarietales elaborado únicamente con Monastrell. Tiene cuatro meses de crianza mixta en barricas de segundo llenado, roble americano 70% y 30% de roble francés. Este vino es sabroso, fresco, ligeramente balsámico, con buen cuerpo y taninos maduros bien marcados. Al final te espera un toque especiado de buena persistencia.

PASIÓN DE BOBAL rosado – 2 medallas

• Medalla de Bronce en los Premios International Wine and Spirit Competition

• Medalla de Bronce en los Premios Decanter

Pasión de Bobal rosado es la sutilidad hecha vino, al menos por su delicado color, pero no tanto por sus aromas y sabor. Ya se sabe que la Bobal es de las mejores uvas para la elaboración de rosados, y en este caso, se da fe de ello. Los aromas de este vino son de abundante fruta roja y sutiles pétalos de rosa. En paladar es un vino sabroso, amplio, equilibrado y fresquísimo. Un vino con mucha vida.

FUENTESECA tinto – 2 medallas

• Medalla de Bronce en los Premios International Wine and Spirit Competition

• Medalla de Bronce en los Premios Decanter

Elaborado con Bobal (60%) y Cabernet Sauvignon (40%), Fuenteseca tinto es un vino que sorprende. Porque es joven, porque es ecológico y porque cuando lo pruebas te sorprende. Ya que siendo un vino joven, es un vino con cuerpo, con una carga frutal es intensa y de buena persistencia. Toda la familia Fuenteseca, formada también por un rosado y un blanco, es de la que más rotación tiene en bodega y llega lejos, mucho más allá de nuestras fronteras. Para Fuenteseca no hay límites, y es normal, la calidad va unida a un gran precio, y eso lo hace realmente competitivo.

FUENTESECA blanco – 1 medalla y 1 distinción

• Medalla de Bronce en los Premios Challenge Millèsime Bio

• Distinción en el Concurso Mundial de Bruselas 2016

Todos los vinos de la familia Fuenteseca son una gozada. Y un año más, todos ellos (tinto, rosado y blanco), han sido premiados. En el caso del blanco (80% Macabeo y 20% Sauvignon Blanc), con una medalla de bronce en los Millesime Bio, una cita de relevancia para los vinos ecológicos. Es un vino joven, y a la vez muy complejo y elegante. Nos trae aromas de flor blanca, fruta tropical, piel de albaricoque e hinojo y en boca, es pura frescura.

FUENTESECA rosado – 1 medalla

• Medalla de Plata en La Mostra de Vins i Aliments de la Comunitat Valenciana

El rosado de la familia Fuenteseca (80% Bobal y 20% Cabernet Sauvignon) fue uno de los vinos destacados en la Mostra de Vins i Aliments de la Comunitat Valenciana con una medalla de plata. No es la primera vez que este vino obtiene un premio en este evento tan especial, y es que Fuenteseca rosado es un vino sorprendente. Si en aromas te encuentras fruta madura, fresas con nata, gominolas rojas y ligeros toques florales, el boca confirmas el toque goloso que se complementa con un excelente equilibrio. Característica que hacen de él un rosado intenso y fácil de beber.

PASIÓN DE MOSCATEL – 1 medalla

• Medalla de Bronce en La Mostra de Vins i Aliments de la Comunitat Valenciana

Cuando dices Moscatel, la mayoría de la gente piensa en un vino dulce. He aquí la primera sorpresa que nos da Pasión de Moscatel, no es dulce, es seco. Algo que no le impide preservar toda, pero absolutamente toda, la esencia de la Moscatel, es decir sus aromas a flores blancas, a frutas como albaricoque o la manzana verde. Cuando lo bebes encuentras un vino frutoso, que te llena la boca de matices y deja una sensación final muy agradable y de gran persistencia.

1564 Laude – 1 medalla

• Medalla de Oro en los Premios Berliner Wein Trophy

1564 Laude (Cabernet Sauvignon, Petit Verdot, Tempranillo y Merlot) nace en nuestra bodega de La Roda. Es en esta zona, donde por clima y terruño, disponemos de varias hectáreas de viñedo en las que cultivamos sobre todo uvas foráneas, que se han adaptado a la perfección a la singularidad climatológica de la Meseta. La uva con la que se elabora este vino se vendimia por la noche. A su entrada en bodega,  se inicia la maceración pelicular en frío para liberar aromas y posterior fermentación a temperatura controlada. La elaboración culmina con una crianza de 10 meses en barrica bordelesa de roble americano y francés. Es un vino con tonos minerales en nariz que dan paso a fruta roja, notas maduras de mora y regaliz con aromas de crianza toffee y vainilla. En boca se presenta con mucho volumen y complejidad. Muy largo y elegante, y digno merecedor de la medalla de oro otorgada en el Berliner Wein Trophy.