Pasión de Bobal tinto ha vuelto del certamen ‘Mundus Vini Biofach’ con una medalla de plata, que le distingue como un vino relevante dentro del ámbito de los vinos ecológicos. Porque así es, Pasión de Bobal nace de viñedos cultivados en base a la agricultura ecológica, que es nuestra manera de trabajar el viñedo, en ecológico y sin apenas intervención. Dejando hacer al terruño y al clima.
Pasión de Bobal nace de un sueño, elaborar monovarietales con uvas autóctonas del Mediterráneo.
Éstas son algunas de sus singularidades:
- Las uvas con las que se elabora proceden de viñedos viejos, de más de 60 años.
- Los viñedos están a 920 metros de altitud, la zona más alta de la comarca Utiel-Requena. Esto extrema las temperaturas entre el día y la noche y nos da una uva de mayor calidad.
- Es un vino elaborado 100% con Bobal, la uva autóctona de Utiel-Requena. Poderosa en su color, complicada en su vinificación, pero que bien trabajada ofrece grandes vinos.
- El terruño de este viñedo es muy activo, con buenas condiciones biológicas que facilitan una rápida asimilación de la materia orgánica reincorporada, lo que permite obtener de ellos toda su expresión.
- La vendimia se hace en cajas a finales de octubre, con una segunda selección de racimos a la entrada en bodega.
- Su elaboración es larga y peculiar. Un proceso que culmina el vino con la fermentación maloláctica en barrica 100% roble francés de primer uso, donde envejece hasta los 6 meses.
Pasión de Bobal fue el primer vino que creamos con el objetivo de hacer monovarietales con uvas mediterráneas. Y entró con fuerza en las principales guías, superando los 90 puntos, algo que ha ocurrido con varias añadas. Tras él llegaron Pasión de Bobal rosado, Pasión de Moscatel y Pasión de Monastrell. Todos ellos creados bajo el mismo concepto, con el mismo mimo y cuidado. A nuestra gama de monovarietales mediterráneos se sumaron poco después Equilibrio 4 y Equilibrio 9, dos vinos que elaboramos en nuestra bodega de Jumilla con Monastrell, otra joya en forma de uva.