En muchas ocasiones, los restaurantes no disponen de la figura del sumiller, y tampoco tienen tiempo o capacidad para formar a su staff en temas relacionados con el vino, y esto es un aspecto que puede provocar que la experiencia del cliente final no sea 100% satisfactoria. Es por ello que desde Bodega Sierra Norte apoyamos a los restaurantes que tienen nuestros vinos en sus cartas con cursos de formación al personal de sala, para que puedan ofrecer información de rigor sobre los vinos que mejor maridarán con sus platos.

Y justo eso es lo que hemos hecho con L’Enric, un restaurante situado en pleno Ensanche de Barcelona que tiene en su carta de vinos Pasión de Bobal tinto, Pasión de Bobal rosado y Pasión de Moscatel.

Al equipo de L’Enric le explicamos las características más relevantes de la gama de vinos escogidos. Por ejemplo, que son vinos especiales porque son monovarietales elaborados con uvas autóctonas mediterráneas, y en el caso de la Bobal, una uva que solo se encuentra en Utiel-Requena y pequeñas zonas de la Manchuela. Que los viñedos de donde nacen sus uvas sean viñedos viejos también es un dato relevante que al cliente interesado por el vino le gustará saber, porque esto significa una baja producción pero de extrema calidad

Y luego está la parte más importante, la del maridaje. Que el personal de sala de un restaurante sepa aconsejar qué vino elegir, en base a los platos que haya pedido el cliente, es todo un punto a su favor, porque la experiencia del comensal será mucho más completa. Y más allá de los consejos típicos, como las carnes rojas con un tinto con barrica o los pescados con vino blanco, también aportamos información que da lugar a maridajes más llamativos.

Por ejemplo, es todo un acierto maridar con un vino blanco de toques afrutados como Pasión de Moscatel, un plato con toques salados con anchoas o salazones. U optar por un tinto joven o con poca barrica para un pescado que vaya acompañado de alguna salsa, para darle contraste pero a la vez evitar que el sabor del pescado se pierda.

Y por supuesto, también damos consejos de ¡DANGER, DANGER!, porque hay platos y vinos que difícilmente encontrarán la armonía, y esto es algo que ni comensal ni restaurante quieren que pase nunca.

Las formaciones son actividades que disfrutamos mucho, porque gracias a ellas nuestros vinos llegan mejor al público final y a la vez damos un servicio premium a los restaurantes que confían en nuestros vinos y filosofía de trabajo :)